
Bueno queridísimos hermanos:
Quiero informarles que David y Marcelo ya han dado señales de vida y están ansiosos de poder hacer entregas en nuestro preciado club Chalfóns, tienen que resolver algunos problemillas técnicos.
Aquí los preparativos dieciocheros se tornan insoportables, hay un grupo de niños amilicados asándose bajo el sol haciendo sonar horribles chicharras que recuerdan la parada militar. Debieran enseñarles a tocar unas buenas "sayas"... sería mejor.
En fin, para hacer un buen asado es necesario hacer algún sacrificio. En este caso fuí una mañana al alejado poblado de "Camar" donde sus 60 habitantes (en su mayoría parientes)
se dedican a las llamas, a las ovejas y al cultivo del maiz.
La carne del llamo es deliciosa y no contiene triglicéridos.
Este maravilloso llamito fué muerto por la matarife oficial del pueblo, encargada siempre de llevar a cabo tal faena.
Bien muchachos, antes de despedirme una copla que preparé para ustedes con mucho cariño:
La muerte bailaba sola
Y se le salió una pata
Cuando dejó de menear la cola
Se la vino a poner don Sata
Y se le salió una pata
Cuando dejó de menear la cola
Se la vino a poner don Sata
...¡viva Chile mieeeeerda!...