
LLegué a la ciudad de noche, sin saber cosa alguna de dónde me encontraba. No pude regodearme y encontré un hotelucho de mala muerte en el corazón de B.Aires, muy cerca de Plaza de Mayo. - Imagino que algo parecido deben ser las instalaciones penitenciarias- . No me quejo, tengo lo básico: una habitación privada asegurada hasta el fin de semana, una cama y un baño privado con agua caliente. Pienso que cualquier motel de tercera en Santiago es mejor que esta pieza.
A las 12 de la noche vino una tormenta - truenos, relámpagos y lluvia - terrible; menos mal que ya estaba instalado en el "Espléndid" - Aquí el clima es sofocante, parecido a cuando uno se baña con agua caliente y queda en el aire esa humedad calurosa.
Luego haré otra entrega, ahora tomé el Subte - que merecería comentario a parte - y estoy buscando la calle "Corrientes", a ver qué encuentro.
Chao culiaos.