16.4.07


Camino a Babilonia.
Luego de unos copetes, mi amigo fue sorprendido invocando a Guajardo en el patio de la casa, lleva la mitad de su vida de arrimadizo en la casa de su padre. El dinero de los casinos resulta esquivo y a pesar de sus estudios de estadística y probabilidades todavía no consigue afinar su juego. Hace poco se ha deshecho de algunos de sus amigos- que son los mismos amigos de Carlos Pinto-. Ficha tras ficha, quizás lo consiga, es tan largo el camino.